Vida Cotidiana
María Antonieta Navarrete
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Es infructuoso odiar
en esta vida terrenal,
se confunden los caminos
y no se llega al final.
Árbol venenoso es
el odio sin parar,
y no puede sombra dar,
porque sus ramas secas
y sus frutos amargos
no pueden alimentar.
EL ODIO